El evangelio de San Juan explica por qué Jesús fue arrestado y crucificado. Los líderes del pueblo se dejaban llevar por la rabia en sus entrañas. El alma busca balancear las necesidades del cuerpo con las aspiraciones del espíritu. Jeremías y el salmista dicen que Dios sondea y prueba el corazón y las entrañas, porque Dios busca animar y ayudar al alma entera. Nuestro cerebro puede conocer el evangelio, nuestro corazón puede amar a Jesús, pero si nuestras entrañas no reaccionan con bondad y generosidad, todavía no somos verdaderos cristianos.